A medida que la tecnología evoluciona rápidamente, también lo hacen las herramientas y técnicas que emplean los delincuentes para ocultar sus actividades. Ahora que casi todos los casos involucran algún tipo de evidencia digital, las unidades forenses digitales especializadas se han convertido en una misión crítica para las fuerzas del orden. Sin embargo, la exposición continua y sin restricciones a pruebas gráficas de abuso, violencia y explotación está cobrando un precio psicológico preocupante a los investigadores. Se debe hacer más para abordar los riesgos únicos para la salud mental que experimentan los profesionales forenses digitales, antes de que el agotamiento y el trauma agoten esta fuerza laboral que ya carece de personal.
El papel cada vez mayor de la ciencia forense digital
Según la Estrategia de Ciencia Forense Digital 2020, desarrollada por el Consejo Jefe de la Policía Nacional del Reino Unido, «la evidencia digital se utiliza en más del 90% de los casos». Los teléfonos móviles, los ordenadores, las imágenes de vigilancia y las actividades en línea dejan un rastro electrónico que los analistas forenses ensamblan meticulosamente. Como tal, la ciencia forense digital se ha convertido en uno de los campos de más rápido crecimiento y de mayor demanda dentro de las fuerzas del orden durante la última década.
A nivel mundial, muchos departamentos de policía y fiscalías han establecido sus propias unidades de delitos tecnológicos y han contratado examinadores especializados para hacer frente a la creciente necesidad de análisis forense digital. En Estados Unidos, también se han abierto laboratorios estatales más grandes para ayudar a fuerzas municipales más pequeñas que carecen de recursos técnicos. Esta expansión ha significado que el número de casos forenses se duplique o triplique año tras año, pero al mismo tiempo que resuelve más delitos, también ha llevado a que los examinadores trabajen horas extras de manera rutinaria y acumulen grandes retrasos. El tiempo necesario para procesar minuciosamente volúmenes de casos cada vez mayores significa que los detectives forenses ahora tienen una exposición más prolongada que nunca a pruebas gráficas.
El impacto psicológico de la evidencia gráfica
El artículo de 2021 «Evitar el agotamiento en la ciencia forense digital: estrategias específicas para agencias forenses en la gestión del estrés relacionado con el trabajo» (Kelty et al.) planteó las siguientes preocupaciones:
“La evidencia reciente muestra que los expertos en forense digital corren el riesgo de sufrir agotamiento y estrés relacionado con el trabajo. Esto puede estar relacionado con el aumento de la evidencia digital y/o la exposición repetitiva a material desafiante, ya sea cara a cara o mediante imágenes digitales en tiempo real o después del evento”.
La exposición continua a evidencia gráfica sin interrupciones ni tiempo de procesamiento tiene un costo mental innegable para los investigadores forenses. Los estudios muestran que los examinadores exhiben altas tasas de trauma secundario, fatiga por compasión, conductas de evitación y otros síntomas de PTSD debido a la inmersión prolongada en archivos gráficos durante el procesamiento del caso.
Una encuesta realizada a más de 100 analistas forenses encontró que casi el 90% informó que el trabajo los impactaba psicológicamente, y el 35% cumplía con los criterios de diagnóstico de trastorno de estrés postraumático. Los efectos psicológicos comunes incluyeron pesadillas, insomnio, ansiedad, incapacidad para separarse de imágenes gráficas fuera de servicio y aumento del abuso de sustancias o conductas de riesgo como afrontamiento desadaptativo. Otros estudios encontraron que los examinadores forenses tenían tres veces más probabilidades de sufrir depresión o haber pensado en suicidarse en comparación con los agentes de policía tradicionales.
La naturaleza aislante del trabajo forense, en el que los investigadores rara vez interactúan con las víctimas y, en cambio, se sumergen en registros visuales gráficos de los delitos, exacerba los riesgos psicológicos. Al carecer de supervisión o revisiones a pesar del contenido inquietante, los examinadores describen sentirse como “soldados solitarios” responsables de enfrentar los peores actos de la sociedad solos y con poco apoyo. La exposición prolongada sin descansos o tiempos de espera normaliza el trauma, aumentando el entumecimiento emocional y aún así provoca reacciones de estrés graves.
Para abordar estos problemas, algunos departamentos ahora están rastreando indicadores como bajas por enfermedad, errores y discapacidades en un intento por comprender y mitigar el impacto de esta exigente profesión en la salud mental de su personal. Reconocer y abordar estos desafíos es crucial tanto para el bienestar de los examinadores como para la eficacia de su trabajo vital.
Es aquí donde se hace importante el uso de herramientas de análisis que automaticen los primeros procesos de la investigación, haciendo eficiente la búsqueda de evidencia clave.
La inteligencia artificial e incluso la automatización de los procesos entre datos y evidencias ayudan a combatir la fatiga y el cansancio mental, obteniendo resultados más certeros.
Estrategias para desarrollar la resiliencia
Actualmente se están desarrollando enfoques preventivos para desarrollar la resiliencia dentro de las unidades forenses e incluyen:
- Sesiones de descompresión obligatorias después de casos gráficos con médicos de salud mental con experiencia en trauma
- Limitaciones estrictas en la visualización diaria/semanal de evidencia gráfica.
- “Pausas” forzadas en las que los examinadores deben tomarse un día libre completo después de exceder los umbrales de visualización de medios gráficos.
- Aumento de exámenes psicológicos y apoyo a través de programas de asistencia al empleado.
- Grupos de apoyo entre pares entre analistas forenses para normalizar experiencias y brindar comunidad
- Capacitaciones de supervisión informadas sobre el trauma para que los gerentes comprendan los signos indirectos del trauma
- Ajustes de política que permiten licencias protegidas no remuneradas siempre que los terapeutas recomienden tiempo libre debido a angustia
Si bien llevará tiempo institucionalizar las reformas, los programas de prevención inteligentes en última instancia ahorran dinero y al mismo tiempo mantienen la fuerza laboral especializada que es tan vital para resolver delitos. Con más estudios, los sistemas de justicia penal de todo el mundo pueden (y deben) establecer mejores prácticas nacionales para apoyar a los profesionales forenses digitales que se enfrentan a los peores hechos de la sociedad.
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